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Los eclipses en el judaísmo

Hoy en Argentina y Chile se podrá observar uno de los fenómenos astronómicos más fascinantes: un eclipse total de sol. ¿Qué opina el judaísmo al respecto?

➡_Refua shleima para Moshe Mordejai Ben Ashrit

El término eclipse viene del griego y significa desaparición. Es el fenómeno que se da por la alineación de tres cuerpos celestes donde la luz que uno emite, no logra llegar a destino por la interposición de un tercero. 

En el caso del #EclipseTotal , la luz es bloqueada por completo. Cuando se trata del sol y la tierra, es la luna la que se interpone entre ambos. Si bien hay excepciones, generalmente hay que esperar décadas y hasta siglos para que se repita en un mismo lugar. 

Estos fenómenos ocurren y son estudiados desde antaño y la mayoría de las civilizaciones los tomaron con una mala señal. Un augurio que pregona la desgracia. Sin embargo, la Torá nos insta a no dejarnos llevar por “presagios”, ni querer pronosticar el futuro. 

Así es que declara que esta prohibido tratar de saber el futuro, que debemos conducirnos con simpleza y recibir con alegría lo que la vida nos manda (Shoftim 18:13). Más aún el profeta Irmiahu (10:2) agrega: “de las señales del cielo no temerás”. 

El #talmud profundiza el análisis y declara primero que los eclipses solares son una mala señal para el mundo, como un rey que invita a sus súbditos a comer y los deja a oscuras (Suca 29a). Pero luego da a entender que es motivo de preocupación solo para los malvados. 

Desde un punto de vista filosófico, el objetivo del judaísmo es mejorar a las personas. Por lo tanto, es a quienes tienen actitudes por corregir a quienes el Talmud encausa estos “reproches divinos”. 

Desde la antigüedad que estos fenómenos son predichos con precisión, primero por el ciclo de saros y luego, con el desarrollo de la informática, calculando las órbitas exactas y sus posiciones a futuro. Siendo así, ¿Qué sentido tiene habla de “señales Celestiales”? 

El Shla Hakadosh propone una solución que toma en cuánta la atemporalidad Divina (tema para otro hilo) y resuelve así el conflicto con la predicción científica de estos acontecimientos: Dios programó el mundo sabiendo cuando iba a ser necesario un “tirón de orejas” a la humanidad- 

Rab Ionatan Aisbishitz propone que el Talmud hace alusión a ocultamientos del sol no previstos, cómo ser explosiones solares u otros accidentes que impiden la llegada de la luz solar a pleno a la tierra, incluso la aparición de nubes que impiden ver el sol o el eclipse. 

Está en nosotros disfrutar de todas estas #MaravillasDeLaCreacion que Dios pone en nuestro camino pero también es bueno aprovechar estas situaciones que alterar el orden establecido de las cosas como una señal de alarma para despertar nuestras ganas de superarnos como personas.

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Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Fausto Duarte

    Gracias por compartir esas perspectivas profundas con una idea abierta al público y en dónde una gran multitud carecemos de estás ideas tan divinas y distintas en toda plenitud

    1. jonathanberim

      ¡Gracias!

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