¿Qué quiere decir ser abrej? ¿Es esta una profesión correcta según el judaísmo? ¿Se trata de un debate moderno? ¿Cuál debería ser nuestra óptica al respecto?
Dios se presentó ante Fernando con una propuesta. Le ofreció que él y su familia estarían libres de toda clase de enfermedades durante toda su vida. Pero el trato debía ser bilateral. Fernando debía aceptar una única condición para recibir semejante beneficio. De ahora en más, sus ingresos no van a superar el mínimo necesario para su subsistencia. Un especie de “canasta básica”. No más lujos, no más viajes, no más medicina prepaga, no más cenas afuera.
¿Qué haría usted? ¿Está dispuesto a sacrificar todos estos beneficios por algo tan importante como su salud y la de su familia?

Hace un tiempo hubo en Argentina una pelea por la partida presupuestaria que el gobierno dedicará al CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). O sea, cuánto dinero invertirá el gobierno en investigación. Un debate que se repite en varias latitudes y con bastante frecuencia, especialmente en épocas de ajuste y “vacas flacas” (recordando el famoso sueño del Faraón de Egipto relatado en el libro de Shemot).
Para evitar el recorte de fondos, se lanzó una campaña publicitaria para resaltar la labor de los científicos que dedican su vida a las investigaciones (abarcando todo el espectro: desde los más prácticos y productivos hasta los más teóricos). El resultado fue el esperado y la sociedad se tornó en favor de estos nobles y, en muchos casos imprescindibles, investigadores.
Las carreras científicas pueden dejar mucho dinero. ¿Le parece loable que un profesional de la materia, opte por un trabajo con menos rédito económico pero por el bien de todos?
El origen del término
La palabra abrej la encontramos en la Torá para referirse a Iosef, hijo de nuestro patriarca Iakov, cuándo deja atónito al Faraón con su sabiduría y capacidad, al darle una interpretación correcta de los sueños de las espigas y las vacas, Como recompensa por su accionar y ante su gran talento, el Faraón de Egipto lo nombra su vice.
En la presentación al pueblo del nuevo funcionario, el Faraón le pide a sus súbditos que griten delante de Iosef: “¡abrej!”. Rashí, basado en el Talmud, cita dos explicaciones de la palabra: una que significa autoridad y la otra que es una contracción de las palabras: ab -padre- y raj -tierno-; ya que era un “padre” en lo que a sabiduría se refiere pero “tierno” en lo referido a la edad.
Hoy en día, el término se usa para quién adopta la vocación del estudio de la Torá para dedicarse a ella full time. Generalmente, la persona que opta por dicha vocación deja de lado la posibilidad de contar con sustento en abundancia y sus ingresos son bastante limitados.
El debate filosófico
Encontramos en la Torá una instrucción muy clara (Ioshua 1:8): “No se apartará este libro de la Torá de tu boca”. Esto implica que la persona debe estar constantemente estudiando Torá. Por otro lado existe una aparente contradicción con otro versículo (Debarim 11:14): “Y recolectarás el cereal”, de donde se entiende que la persona de trabajar para obtener su sustento. (Ambas instrucciones se repiten varias veces más en el Tanaj).
Rabí Ishmael nos enseña (Talmud, tratado de Brajot 35b) que, si bien el estudio de la Torá debe ser central en la vida del hombre, éste también se debe ocupar de los quehaceres materiales que le dan el sustento. De no hacerlo, finalmente dependerá de otros y no podrá estudiar como corresponde (Rashi). Una vida equilibrada entre el estudio y el trabajo, cada uno con las horas que le pueda dedicar a cada una de estas cosa: pero teniendo siempre el estudio como lo principal, incluso que le dedique una cantidad de tiempo menor a la que le dedica al trabajo.
La antítesis de este pensamiento es planteada en la misma Guemará por Rabí Shimón Bar Iojai (Rashbi), cuyo fallecimiento celebramos el día de Lag BaOmer: “Si el hombre ara en la temporada que corresponde, siembra cuando es el momento, cosecha cuando llegó la hora, luego trilla y aventa con la llegada de los vientos; ¿qué va a ser de la Torá? ¿Cuándo se podrá dedicar a ella?”. Es así que deduce que la persona debe dedicarse íntegramente al estudio de la Torá.
Entonces, ¿cómo resuelve Rabí Shimon las contradicción entre los versículos? Él explica que se tratan de dos épocas distintas. La primera es cuando Israel cumple con la voluntad de Su padre Celestial y se dedica plenamente a la Torá; la recompensa es Dios proveerá de todo lo necesario para la subsistencia. El segunda época es cuando Israel no cumple con la voluntad de Dios es entonces cuando son castigados con realización de labores materiales para garantizar su sustento (e incluso cae sobre ellos la obligación de mantener también a otros).
Predicar con el ejemplo
Quién conoce la historia de Rabí Shimón, puede percibir como sus ideas no eran algo teórico. Debido a la persecución romana, se ve recluido a una cueva con su hijo, donde se dedicaron por 13 años al estudio constante de la Torá (y dió origen al libro del Zohar). Durante ese tiempo, su manutención fue tanto extremadamente sencilla como milagrosa: un árbol de algarrobo los proveyó de alimento y un arroyo cercano hizo lo mismo con el agua; contaban con un único juego de vestimenta cada uno. [El judaísmo es muy claro en cuanto a la coherencia, sólo si se es un ejemplo de lo que se plantea, se puede transmitir dicha idea.]
Encontramos, pues, que el debate sobre cómo se debe equilibrar de la Tora y el Derej Eretz (trabajo) ya había comenzado en la época de los tanaim (autores de la mishna), en el siglo II de la nuestra era.
¿Quién tiene la razón?
Siglos más tarde, Abaie (sabio de la época de la Guemará – Siglo IV), analiza los resultados de ambas filosofías de vida: “Muchos hombres practicaron la filosofía de Rabí Ishmael y tuvieron éxito. Muchos practicaron la filosofía de Rabí Shimón y no tuvieron éxito”.
La filosofía de vida de Rashbi exige olvidar por completo la manutención personal y dedicarse exclusivamente al estudio. Esto se hace prácticamente imposible. De ahí que tantos otros, que no llegaron al nivel al que accedió Rashbi (de vivir de forma casi milagrosa), trataron de imitarlo pero fracasaron. En cambio, los que adoptaron la filosofía de Rabí Ishmael, dedicarse tanto al estudio como al trabajo, tuvieron éxito. Lograron auto abastecerse y no descuidar el estudio.

¿Qué es un abrej hoy en día?
Hoy en día, el término abrej se utiliza para llamar a una persona que decide dedicar la mayor parte de su día a estudiar Torá. Estas personas suelen recibir una beca por sus estudios (bastante más baja que el sueldo mínimo) y optan por sacrificar ciertos lujos (a veces incluso, necesidades) para continuar con esmero su dedicación a la Torá. Se concentran en una institución llamada ‘kolel’ (kolelim en plural) donde se establecen grupos de estudio según temas.
¿Se oponen al veredicto del Talmud?
Ya vimos que el Talmud concluye que no se debe seguir el camino de Rashbi sino el de Rabí Ishmael. Entonces, ¿los abreijim se conducen en contra de la conclusión talmúdica? La respuesta tajante e inesperada es que no. Contrarío a lo que cree, no son seguidores de la filosofía de Rashbi, sino de Rabi Ishmael.
No son personas que buscan vivir apartados de mundo y con Dios como directo proveedor de todas sus necesidad. Sino que son familias que sí se ocupan de su sustento: tienen sus propios ingresos, se administran, cancelan sus cuentas, pagan impuestos y demás. Pero manteniendo una vida austera y una dedicación de tiempo completo al estudio.
Conclusión
Siendo la Torá la base del judaísmo, podemos decir que los kolelim son unos de los centros de investigación del judaísmo. Un grupo de profesionales académicos (quizás no como estamos acostumbrados a usar estos términos); dedicados al estudio y la investigación de la Torá.
Desde ya que ser abrej no es para todos, requiere sacrificio que la mayoría de personas no están dispuestas a hacer. Como para todas las profesiones, se requiere de un talento especial, un amor y una dedicación única.
Recordando la historia de Fernando y a la campaña del CONICET. ¿Cómo les parece entonces que deberíamos mirar al abrej?
Continuará…
Hola jonatan
Te felicito por el material y tu forma filosofica de interpretar.no obsatante, no me parece acertado el nombre que le das a tu nota..a quien se le ocurre que un abrej es un villano???te lo digo como ex abrej ( estudie en colelim mas de 25 años..)nunca percibi tal mirada o trato..es cierto q existe gentd q cuestiona esa forma de vida pero “villanos”?me parece errado..
Te saludo Con afecto y respeto a la tora y sus estudiantes
Muchas gracias por los comentarios. Lamentablemente en muchos círculos se escucha aún hablar despectivamente de los Abreijim: inútiles, parásitos y otros adjetivos descalificativos. En otros casos son opiniones “parves”. De ahí la hipótesis que plantea en el título: descartar primero a los indiferentes (es héroe o, si contrario, villano) y luego optar por una de las dos.